Muchas veces, en los niños, se abusa del trabajo de
velocidad de reacción, bien porque se piensa que es más necesario para ellos o
bien por la espectacularidad que generalmente comportan estos ejercicios. Además,
ese tipo de ejercicios suelen estar más enfocados a situaciones próximas, en
las que hay que reaccionar en un margen de tiempo muy escaso, cosa que se dan
en muy contadas ocasiones, a diferencia del resto de acciones de un partido,
que analizándolas, a más de uno le sorprenderían.
Yo, particularmente, no soy partidario de trabajar la
velocidad de reacción (en niños). No quiero decir que no se tenga que trabajar,
pero considero que en niños, los cuales suelen disponer de un día de
entrenamiento SEMANAL y de 60-90 minutos de duración, no se debe abusar del
trabajo de velocidad de reacción puesto que hay otras cualidades físicas prioritarias
en su evolución ya no solo como portero, si no como personas. Tales como coordinación,
equilibrio, etc.
En el caso de trabajar la velocidad de reacción, deberíamos buscar
en el portero el aprendizaje constante de las correctas acciones técnicas que
debe utilizar, realizando trabajos de velocidad de reacción con una finalidad
simple, en la que al portero se le minimizasen las opciones de solución, para así
mejorar el aspecto de la reacción, pero sin olvidar la mejora de la técnica.
Por otro lado, aunque no sea partidario de trabajar la
velocidad de reacción en los niños, si que soy partidario de trabajar la
incertidumbre, algo que, al contrario de la velocidad de reacción (situaciones
generalmente sin ver el balón y carentes de realidad), nos lleva a que el
portero trabaje con situaciones reales de partido, en las que disponga de múltiples
opciones técnicas a poder realizar y en las que vamos a mejorarle la reacción de
otra manera, utilizando mas el cerebro y tomando por sí mismo la decisión más
correcta en el menor tiempo, tomando como referencia el balón, el cual ve en
todo momento y enfrentándose a situaciones más que posibles en el partido, lo que también le ayudará a entender mejor el juego.
Matizo que este escrito va dirigido teniendo en cuenta el
que únicamente se realiza un entrenamiento semanal. Cosa distinta seria tener
2-3 veces a la semana entrenamiento específico de porteros, ya que ahí sí que sería
más que recomendable realizar un día trabajo de velocidad de reacción, pero
siempre que se pudiese, enfocados a la realidad.
Espero que con estas líneas haya quedado más o menos claro
por donde quería orientar este tema, pero transmitir por escrito algo que llevaría
sus minutos hablarlo no es tarea fácil.
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